Como contar mi testimonio le preguntaba a Dios mientras recordaba, y no sé cómo comenzar, que decir, lo cuento todo o una parte pero la verdad que si contara una parte de lo que Dios cambio en mí no sería realmente fiel a su Palabra así que comencemos, bueno mi nombre aunque no muy común que digamos es Crosby Antonio Carbajal Casasola, mi vida no ha sido muy fácil que digamos vengo de una familia numerosa, pero en lo que respecta a mi familia, una familia disfuncional en donde nada funcionaba tanto solo basto que pasaran 10 largos años para que mis padres se separaran, y para comenzar una vida triste y en soledad era el comienzo de una vida de ilusión, de ficción; mi madre tenía que tomar medidas necesarias para poder criarnos a mí y a mis hermanos era el segundo de cuatro hermanos y por cosas del destino, eso pensaba yo antes de conocer a Dios, el destino jugo una mala pasada conmigo mi madre cuando yo tenía 10 años me separo de mis hermanos, ya que ella tenía que trabajar, pero yo no entendía porque a mí solamente me dejo solo y a mis hermanos juntos, porque me sucedían estas cosas pensaba en mi mente de niño y lloraba porque después de 10 años me separaba completamente de mi madre y mi hermanos, me llevaron con mis tíos y mi abuela ellos eran los responsables de mi cuidado ahora y me decían al principio que mi mama  volvería nuevamente, que volvería a ver a mis hermanos y lloraba porque pensaba  cuando seria esto, y no espera ni me imaginaba que los volvería a ver después de 6 años, me perdí mi infancia no la disfrute como lo hubiera querido, no vi crecer a mis hermanos, ya no volvería a jugar con ellos, porque simplemente no estaban y los días se volvían eternos, comenzaba a sentirme solo a encasillarme en una soledad inmensa, ya no volvería a ser ese niño alegre que solía hacer cuando estaba con ellos, y solo me quedaba estudiar y esperar, pero mi verdadero drama comenzó en el colegio, todos mis amigos celebraban el día del padre, de la madre; y para mí no existían esas celebraciones por que mis padres no estaban ahí para celebrar con ellos, no estaban para darle un abrazo, un beso, solamente me quedaba llorar y apartarme de mis amigos ya que cuando llamaban a los padres y a sus hijos todos los tenían menos yo, y comencé a estar solo a buscar refugio en el futbol tomando una pelota y pateándola hasta decir basta, pero me estaba engañando a mí mismo, no estaba bien estaba triste, aunque que vivía con mis tíos y mi abuela, ellos me criaron muy bien; pero yo hubiese querido que mi padre o mi madre se acercaran a mí a preguntarme como te ha ido en la escuela, tienes buenas notas, o no las tienes; pero ni siquiera eso lo tenía porque ellos estaban lejos de mí, y solo rezaba todos los días aunque enojado con Dios siempre rezaba siempre repetía las mismas oraciones que me enseñaron desde niño, nunca dejaba de hacerlo y no porque conocía a Dios, sino simplemente porque me enseñaron que no vaya nunca a la cama sin decir mis oraciones yo solamente cumplía con ese mandato, pero nunca obtenía respuesta, me peleaba con Dios y le decía porque me quitaste a mis padres porque me separaste de mis hermanos, porque a mi devuélvelos repetí eso por 5 años, y nunca Dios me respondió, le echaba la culpa siempre a mi madre de separarme de mis hermanos le echaba en cara que ella fue la culpable de que yo nunca volviera a ver a mis hermanos por ese tiempo, tenía que echarle la culpa a alguien y eso me dolía en el fondo porque ofendía a  mi madre y no me importaba si ella lloraba o no, siempre le decía que quería estar con mis hermanos pero ella respondía no, entonces me enojaba y almacenaba en mi corazón rencor y quizás odia contra ella pero  fue pasando el tiempo en que crecí y termine mi secundaria, si ya llegaba el tiempo que de nuevo volvería a ver a mis hermanos y a toda mi familia, estaba contento después de 6 años  nuevamente con ellos, recibí todas la atenciones de mis tíos, primos me querían mucho, pero siempre me sentía más solo, no sé porque ya tenía 16 años cumplidos era todo un joven derecho pero triste, y más aún cuando mi familia y mis tíos que me querían me decían que yo no era igual que ellos porque no hablaba como ellos, me decían tu eres de otro país pero de Perú no eres porque no hablas como nosotros, yo los escuchaba solamente, y le pedía a Dios que ya no quería vivir, solo quería morir en aquel instante, mi adolescencia volvía a ser como mi niñez triste, no podía más, y no estaba Dios para que me ayudara, y repetía constantemente una frase que me aprendí de un poeta y decía yo nací un día en que Dios estaba enfermo, lo repetía quizá por eso era mi mala suerte y a fin al cabo decía bueno no tomo, no fumo, soy bueno, y algún día iré al cielo, y en el fondo deseaba conocer a Dios pero él nunca respondió, como no tenía respuesta alguna comencé a leer y a leer libros completos de literatura me pasaba el día leyendo, si me había convertido quizá en un joven autista solo quería leer y leer era mi mundo yo amaba más a mis libros que a mi familia eso decía yo, porque los libros eran mis mejores amigos y ellos nunca me abandonarían, ingrese a estudiar informática para así despejarme y conocer gente y sin duda que conocí a buenos amigos pero siempre me sentía solo, y volvía a tomar un libro y leerlo, me gustaba retar a mis amigos en que yo sabía más que ellos porque leía más, eso me ayudaba a sentirme bien, si yo sabía más que ellos me decía a mí mismo y me reía de la vida no sé porque, me reía del mundo, me reía de todo el sistema, era solo yo y nadie más, cualquiera que preguntaba sobre literatura ahí estaba yo para responder me preguntaban de filosofía yo respondía te podía hablar de Sócrates, de Aristóteles, Hipócrates y otros filósofos y si sabía de ellos y me gustaban sus frases siempre repetía sus frases eso me hacía sentir bien conmigo mismo, y no estaba Dios ahí, no sabía nada de Él, pero yo amaba mi catolicismo lo defendía de cualquiera que criticaba el catolicismo y me reía de los evangélicos murmuraba que están equivocados, cuando el equivocado estaba siendo yo pero eso no me importaba yo que quería buscar más allá saber que si Dios realmente escucha, cuando recibí una invitación de una amiga para entran a un grupo católico, y si me enamore más aún de la religión amaba mi religión tanto así que llegué a consagrarme a la Virgen María, sin saber porque pero eso me hacía sentir bien, por un año resé el rosario recuerdo tenía que hacerlo ya que ese era el mandato al estar consagrado a la Virgen pero nunca obtuve respuesta de ella nunca, no sabía quién era Jesús solo sabía que era el hijo de Dios pero tampoco me intereso en saber de Él para que decía yo si solamente él fue una persona cualquiera igual que yo, pero eso no soluciono mis problemas aún más los agrando, agrando mi soledad solo quería morir, pensaba en suicidarme el algunas ocasiones pero algo dentro de mí me decía no lo hagas no sabía porque sentía eso, y miraba al cielo y le decía Dios tu no existes, tu no existe, yo no creeré en ti, porque no eres real, cuando terminaba de decirle esas palabras a Dios me quebrantaba lloraba y pedía perdón porque a pesar de ser religioso yo sabía que había alguien Poderoso, y no sabía cuál era el propósito de Dios para mi vida si es que había alguno para mí, cumplí 18 años y mi madre me invito a chile ella vivía acá en este país, ya era hora de decidir; decidí venirme a chile y teniendo 18 años me independice comencé a trabajar, yo ni siquiera sabía que significaba esa palabra “trabajo” nunca lo he hecho, pero tenía que hacerlo ya que vivo solo y tenía que mantenerme, comencé a estudiar, tuve suerte nunca me falto trabajo y estudiaba la suerte me había sonreído ahora acá en chile, tenía buenas notas, tengo dinero, que más quiero, entonces comencé a olvidar a Dios porque por dos años ya no rezaba ni siquiera lo mencionaba no lo necesitaba, solo soy yo nadie más, pero mis problemas seguían internamente tenía rencor hacia la vida, rencor hacia mi madre, tenía rencor a mismo, algo tenía que pasar para que me cambiara para ser feliz, pero no pasaba nada, sentía dolor físico hasta que caí mal me dolían los pies nunca supe porque, se me hinchaban en invierno y en verano se me inflamaban y paraba tomando pastillas nunca fui al médico no confiaba en los médicos, prefería tomar pastillas estaba comenzando nuevamente el martirio pero ahora con más fuerza que antes corría el año 2008 y ese año era uno de los años que iba ser terrible para mí no había solución, se cerraron todas las puertas del trabajo, del instituto, mis amigos me abandonaban claro yo los creía amigos, comencé a sacarle en cara a mi madre porque me alejo de ellos. Ese 2008 fue para mí el, peor año de mi vida, y comencé a recordar a Dios pero no para pedirle si no para decirle que Él no existe, que ya no creía más en Él, pero nuevamente ese sentimiento de culpa de pedirle perdón a Él por decirle que no existe; perdóname le decía y lloraba, no había consuelo para mí y mi madre no sabía que me pasaba, que sentía yo, trataba ser lo más cauto de que no se enterara de lo que yo sentía, hasta que no di más, toque fondo ya todo estaba perdido para mí, no había solución, nadie podía ayudarme, tenía ya 22 años y ahí estaba yo en el fondo de un hoyo en una soledad profunda, hasta que no di más y divise una Biblia qué tenía, que nunca la abría a pesar que leía mucho, nunca la abrí no sé porque, nunca abrí la Biblia pero en enero del 2009 la tome en mis manos y la leí por primera vez y recuerdo que dije Dios ayúdame por favor no puedo más, no entendía que decía la Biblia era un lenguaje desconocido para mí pero quería saber que decía y cuando comencé a tomarla, abrí el libro de Juan 14:8 y leí solamente esto; que decía: no os dejare huérfanos, solo eso leí y comencé a llorar y a llorar porque había alguien que decía nunca los dejare huérfanos, y siempre me sentía así huérfano, pero ese versículo decía nunca os dejare huérfanos, no pude contener mis lágrimas y comencé a leer el nuevo testamento y llore aún más porque no había nada de la Virgen ahí no había nada de lo que yo he creído por 22 años, y llore porque estaba viviendo en un engaño poniendo mi fe en algo que no menciona la Biblia, no lo podía creer y comencé a echarme la culpa como me estuve engañando a mí mismo, no había consuelo, hasta que mis ojos se fijaron en una frase un versículo que decía en Juan 14:6 que decía Jesús le dijo yo soy el camino, la verdad, y la vida, nadie viene al padre, si no por mí. y me sorprendió mucho este versículo y me enoje porque como una persona me iba a decir que él era el camino, la verdad, y la vida eso no puede ser como una persona común diría eso, yo estaba acostumbrado a las frases de filosofía pero nunca había leído algo así, y me quedo dando vueltas por varias semanas  aquella frase, y conocí una amiga que iba a un grupo cristiano, y me invite solo, le dije si podía ir a su grupo y que requisitos tenía que tener para que me acepten ella se alegró mucho ya que ella estaba acostumbrada a invitar al grupo, pero no que nadie se invitara solo y recuerdo que me dijo que no tenía que tener requisitos por que Jesús me amaba, yo le decía Dios, no Jesús porque él es solamente el hijo de Dios, pero ella solamente me escuchaba y me cito al metro para poder ir a su iglesia, pero ya volvía esa decepción de pensar de que Dios no quería nada conmigo ya que mi amiga llego después de 1:15 minutos y decía me engaño no va venir y mis esperanzas nuevamente se iban, pero decidí quedarme Dios estaba preparando algo para mí y no me daba cuenta, así que me puse a leer mientras la esperaba, cuando apareció mi amiga y me dijo que la perdonara, era la primera vez que alguien me decía que la perdonara no entendía así que fuimos a su iglesia, me recibieron como si me conocieran de años estaba sorprendido del ambiente era diferente, y decía entre mi como pueden tener ese rostro de gozo y porque lo tienen, pero mi concentración se fijó en el tema que hablaron mencionaron el nombre de Jesús, pero decían mi Señor Jesús y yo escuchaba mientas recordaba Juan 14:6 y todos hablaban de Jesús y yo les hablaba de la Virgen y ellos solamente me escuchaban quizá para no herir mis sentimiento de que la virgen no es un ser divino, pero yo ya lo sabía, y la reunión termino y me despedí de ellos y me sentía diferente quería sentir como ellos, tener el gozo de ellos, y regrese a mi casa con la única condición de leerla Biblia y entenderla, y entender Juan 14:6 seguía llorando y dije Jesús si tu realmente existes ayúdame y muéstrate a mi vida, muéstrame que eres verdadero, no obtuve respuesta alguna, solo esperar a que sea la próxima reunión y pasaron unos meses, ya iba a la iglesia y recuerdo que en el mes de noviembre venia un pastor a la iglesia que nadie  conocía solo el pastor mi amigo Daniel, y esa reunión era otro día de la reunión que yo iba en otras palabras no tendría que ver estado ahí pero fui sin querer solamente para estar en la iglesia no en la reunión y alguien me invito a pasar y Dios estaba preparando ese día para que me hablara, y cuando escuche hablar a ese pastor comenzó a imponer las manos sobre las personas y ellos lloraban, yo decía están locos ellos como van a llorar que es lo que le estará diciendo aquel pastor pero cuando se acercaba más a mí a donde estaba yo sentía un escalofrío de paz, no sé porque hasta que toco mi turno y sin conocerme y saber quién era yo, el pastor me dijo al oído yo sé que no eres de acá que vienes de otro país y Dios te ha traído acá porque harás cosas grandes y conoce todo lo que pasaste en tu vida y te va liberar, conforme hablaba comencé a llorar sin parar, nunca había llorado así, y me decía a mí mismo como sabe este tipo que yo he pasado mal en mi vida, pero era Dios el que lo estaba usando, no paraba de llorar y a estaba comenzando a cambiar mi vida desde aquel entonces, sin darme cuenta habían pasado  como 4 meses en que no tomaba ninguna pastilla, había comenzado abrirse todas las puertas nuevamente para mí, Dios El Señor Jesús estaba respondiendo a mi petición, comencé a llevarme bien con mi mama le pedí perdón y la junte a ella y a su esposo y les conté llorando que había conocido a Jesús que Él era real que cambio mi vida solo quería contarlo a todo el mundo, y mi madre no creía y su esposo tampoco quizás se reían pero a mí no me importaba eso; Dios me había salvado era su Hijo, ya me había dado la vida eterna solo quería de Él y comencé a ir a la iglesia a evangelizar porque Él me salvo, Jesús eres maravilloso, eres real, porque nunca te conocí antes, le comencé hacer varias preguntas porque ahora que sabía que era real me las iba a contestar y una a una comenzó a contestarlas, y me dijo que él había permitido todo eso de mi infancia de la separación de mis hermanos, para llegar a conocerlo a ÉL y fue ahí en donde me di cuenta que Dios siempre estuvo ahí esperándome, y comprendí por primera vez que todo lo que hizo mi madre era porque nos amaba a mí a mis hermanos, todo lo hizo por amor y gracias a eso comencé amar más a mi madre; a mi familia; a mis amigos, a la personas; pero sobre todo comencé amar más a Dios, y entonces comprendí que Dios me convirtió a Él para salvar a toda mi familia, ya que yo soy el único de tanta familia que tengo que lo sigue al Él, por eso permitió todo eso, y ahora lucho porque mis familia se salve también orando por ellos ahora sé que le oro a un Dios verdadero, a un Dios real, no a una imagen, no aun santo; si no al dador de la vida El Señor Jesús, Dios me regalo a dos amigos que cambiaron mi forma de pensar, de ver la vida, ellos eran diferentes al resto, ellos sí que eran unos verdaderos hijos; por primera vez tenía amigos verdaderos, mi amigo Daniel Manzur y a mi amigo Jesús Tapia, y les agradezco mucho a ellos ya que me ayudaron a amar a Dios aprendí de ellos porque Dios lo permitió, me ayudaron a ser la persona que soy ahora, Dios por fin estaba liberándome de toda esa tristeza que llevaba por dentro, y ahora soy libre, soy libre de eso, porque su Palabra lo dice la verdad os hará libres (Juan 8:32) ahora puedo decir que después de 22 años puede aceptar a Jesús en mi vida, me arrepentí de mis pecados y de las ofensas que hice y lo acepte como mi Señor y Salvador de mi vida, ahora soy una nueva criatura 2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Todos mis pecados han sido borrados por aquel que lo perdona todo y se olvida de ellos, ahora si estoy reconciliado con Dios, a través de nuestro Señor Jesucristo que derramo su sangre preciosa por mí en  la cruz a hora puedo decir Señor mío y Dios mío, ahora no tengo que esperar la vida eterna ya que desde ahora que acepte a su hijo lo estoy disfrutando con Él, y ahora caminando  años con Él seguiré diciendo al mundo que Él es real que Él no ha terminado todavía conmigo, y con ninguno de sus hijos el todavía sigue trabajando en mi hasta su venida y seguirá haciendo cambios y transformándome a su imagen hasta que seamos levantados en las nubes con Él, ahora puedo decir con toda la seguridad que me da Él  sí, ven, Señor Jesús (Apocalipsis 22:20). Amén

 

Y aquel que vive por lo siglos de los siglos te dice: Mat 11:28  Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Amén.

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